Corrupción, divino tesoro
https://rojo-2.blogspot.com/2014/05/corrupcion-divino-tesoro.html
Y es que los casos son cada vez más alarmantes. Quiero hablar desde el corazón, con cabeza, pero me sale rápidamente el higadillo. Y es que ya estamos hartos...
- ... de que los políticos protejan más sus privilegios que los derechos del pueblo.
- ... de cuentas multimillonarias en paraísos fiscales y golpes en el pecho por la marca España.
- ... del infantil y pobre recurso «y tú más».
- ... de que no devuelvan el dinero que roban.
- ... de que apenas entren en prisión y que cuando lo hacen, consigan rápidas y cómodas condenas.
- ... tanto de los ladrones como los que los protegen.
- ...
A mí me da igual que la ministra de sanidad Ana Mato diga que pagaba todo ella, no quiero que entre en prisión, la prisión no sirve para casi nada. Quiero que inhabiliten a esta señora y que la multen hasta que pague todo lo que debe.
No me importa si el señor Bárcenas, los de los ERES en Andalucía, la UGT, la saga de los Camps y los Fabra, el PP en la Comunidad Valenciana, Millet, Montull y compañía en Catalunya, el hijo de Pujol, la familia real y sus allegados, los miles de alcaldes por toda la piel de toro que han robado, prevaricado y traficado con puestos de trabajo –al más puro estilo Restauración borbónica, con un alarmante crecimiento del clientelismo y el caciquismo–, etc., entran en la cárcel. No me importa, de verdad. Yo sólo quiero que devuelvan la cantidad de dinero que han exprimido al pueblo, que se queden con su libertad, pero que devuelvan lo que han robado.
Quizás todos esos millones pudieran tapar algunos agujeros de la deuda, o de cualquier otro robo al que nos ha sometido este sistema.
Pero ese es otro tema para otro baile.
PS: he encontrado esta imagen en esta web.
¿Devolverlo? No lo harán jamás, porque ese dinero ya no está aquí. No podemos esperar a que lo hagan. Necesitamos tomar esas Instituciones en las que se han apoltronado y arrebatarles el dinero que han robado.
ResponderEliminarPor la vía de las denuncias, juicios, posteriores recursos y apelaciones, solo están saliéndose con la suya. Merecen lo que nos han reservado a nosotros todos estos años: desahucios y embargos.