La nueva vieja política


Se apagan los focos y se guardan los atriles hasta dentro de seis meses. Atrás quedan los discursos efectistas y las soflamas de la nueva política que exige a la vieja virar incondicionalmente y ejercer sus funciones con luz y taquígrafos; luz que se apaga y taquígrafos que son invitados a esperar a la puerta cuando de las reuniones postelectorales se trata.

Los votantes de nuevas formaciones emergentes asistimos con perplejidad la rapidez con la que los Pablos y los Alberts se pliegan a reuniones secretas y comunicados de prensa genéricos donde, en un ejercicio de familiar tomadura de pelo, nos comentan que unos y otros han hablado de todo menos de pactos y resultados electorales: Europa, la NBA, gustos televisivos, que si la familia, que si el perro, que si la tortilla con o sin cebolla.

Y mientras esto ocurre, nos tragamos los discursos a la galería de "yo no me muevo de mi sitio, que para algo soy el nuevo" y "yo tengo solera y es conmigo o sin mí". Puede entenderse de la vieja política, de los dinosaurios que nos pinta la nueva castita política, pero no se puede tolerar de quien, hasta hace dos días, decía que el cielo se toma por asalto y a la primera de cambio se enroca mientras tiene citas clandestinas con el de las puertas giratorias.

Pablo, todo sería más fácil si nos dijeras lo que muchos de tus votantes ya sabemos: que el sistema es un monolito muy pesado y que no se puede cambiar de la noche a la mañana. Si no quieres ser rehén de tus palabras, piensa antes de pronunciarlas y no trates de vender una revolución del neoproletariado cuando sabemos que la realidad, que decía aquel, es muy tozuda. Basta con que nos digas que la erosión de un monolito lleva años, décadas, historia de un país si hace falta, pero que a vosotros, la nueva política, os toca poner los cimientos de un camino que habrá de seguirse por el bien de este país.

Aprovecha que el 15M ya está en las instituciones y facilita gobiernos, aunque sea a la casta, pero condicionando las políticas para que se parezcan a lo que queremos hoy y tendremos que esperar para obtener plenamente. El cielo se conquista al asalto, sí, pero no en un día, y menos enrocándose cuando estás condenado a entenderte con lo más parecido a ti que hay en la casta. Sé generoso y atrévete a rescatar al socialismo de su propia incongruencia. Decías que no querías estar en la política indefinidamente, que ni siquiera Podemos estaba llamado a perpetuarse más allá de su labor instrumental de rectificación colectiva. Pues eso: rescata a los descarriados y, si lo consigues, cerramos el chiringuito.

Pero no te me reúnas a puerta cerrada después de despotricar, no te cierres las puertas entreabiertas por cabezonería. No puedes ir a una reunión con un programa de máximos. Establece tus líneas, cede donde quieres que otros cedan, baila el baile hasta que tengas capacidad de ser quien pone la música.

Pero, por los dioses, no nos tomes por idiotas a los que te hemos dado el voto de confianza, porque para eso ya teníamos al binomio de la transición. Sinceramente, espero mucho más de ti y, a diferencia de los borregos que optan por otras formaciones políticas, mi apoyo, y el de muchos que te secundan, es crítico y condicional.

No, si al final el problema no iba a ser Monedero. Háztelo mirar, te lo ruego, porque quiero seguir votándote.

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  1. Las reuniones a puerta cerrada, no puedo sino darte la razón, son un error. No la reunión per se, porque no es la primera vez, ni será la última, que en esta democracia se hacen ese tipo de reuniones, sino por el hecho de aceptar (tragar) el hacerlas sin más. Y es un error porque, si nos vamos a poner pejigueros con las condiciones para el pacto, por la misma regla de tres deberíamos ser igual de tiquismiquis a la hora de participar en ese tipo de "concilios".

    Pero bueno, me voy a dejar llevar un poco por las siglas hoy y diré que no es lo mismo predicar política que hacer política de modo que, yo al menos, voy a concederles este pequeño traspiés. Creo que no nos pilla de sorpresa a ninguno que este tipo de reuniones secretas se iban a celebrar sí o sí. Además las pasadas elecciones autonómicas han dejado un panorama político muy complicado en el que ningún partido quiere mojarse el primero... bueno, salvo el PP, que se dice ofrece alcaldías como regalo por compras superiores a 50€. No en vano , aunque ya están saliendo pactos, lo están haciendo a cuentagotas y obligados por el calendario. Pero todos están a ver "qué hace el otro", sobre todo Podemos y C's, no les vayan a acusar antes a ellos de pactar con la casta o con los corruptos respectivamente. No estoy de acuerdo con esa actitud, pero también lo observo como un giro completamente lógico de los acontecimientos.

    No obstante, vuelvo a estar contigo en esto, que no nos tomen por idiotas.

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