Semana de regocijo

Estamos de enhorabuena, según lo que dicen todos los telediarios y todos los políticos del mundo civilizado. Al menos una de las razones por las que estamos de enhorabuena, es totalmente benigna; el anuncio de la banda terrorista ETA de que dejará las armas. Hay que tomárselo con precaución, pero no con indiferencia o una desconfianza absoluta basada en un nihilismo absurdo. La otra noticia por la cual debemos regocijarnos... bueno, permítanme ilustrarlo con una imagen.

No sé vosotros, pero cuando miro esta imagen durante más de medio minuto, me siento mal. Y no seré yo el que niegue la validez de derrocar a un dictador, vamos, la humanidad lo ha hecho desde antes de César... de hecho acabar con los tiranos era algo bastante común en la Grecia arcaica y clásica (hablamos de varios siglos antes de lo de César). Que en aquella época los mataran a pedradas me parece hasta consecuente, que lo hagan ahora me parece... amoral.

Ojo, que si mi moral judeocristiana me lo permitiera, me podría atrever a afirmar que este tipo merecía el linchamiento que en la historia se han llevado tipos como él o como Mussolini. ¿Pero es bueno? No, y eso es lo que me cabrea. Tampoco es bueno que el tipo este llevara 40 años dándoles por culo a sus conciudadanos –más bien súbditos–, pero tampoco es demasiado elegante que la humanidad en general nos hayamos dado cuenta de que este tipo era un dictador en un momento de crisis.

Yo no sé qué motivaciones habrán tenido tanto Francia como el resto de la UE para segar esta dictadura en este momento en concreto (aparte del tema de la Primavera Árabe y la rabia inglesa por el abastecimiento de armas al IRA), pero estoy cansado de la doble moral, de este es bueno ahora y luego será malo y lo tendremos que ejecutar. 

No sé vosotros pero yo creo que así no vamos bien. 

Y en cuanto a la noticia de ETA, creo que está todo dicho ¿no? Todos estamos felices por la posibilidad de que el terrorismo se haya acabado así que... Gora Euzkadi askatuta baina biolentzia barik!